Fotógrafo de la revista antiapartheid, “Weekly Mail”, premiado internacionalmente por su trabajo en África. Miembro del Bang Bang Club, un grupo de fotógrafos decidieron dedicar su vida a transmitir, mediante el poder de las mismas imágenes, postales del horror de la guerra, el hambre y la miseria en carne propia, con el fin de despertar conciencia de sus pares, dándole un nuevo significado a un oficio tan presuntamente fútil como lo podría ser un fotógrafo, un testigo mudo de la realidad. En 1994, el genial fotógrafo documentalista sudanés Kevin Carter ganó el premio Pulitzer de fotoperiodismo con una fotografía tomada en la región de Ayod (una pequeña aldea en Sudan), que recorrió el mundo entero.En la imagen puede verse la figura esquelética de una pequeña niña, totalmente desnutrida, recostándose sobre la tierra, agotada por el hambre, y a punto de morir, mientras que en un segundo plano, la figura negra expectante de un buitre se encuentra acechando y esperando el momento preciso de la muerte de la niña.Al recibir el premio, Carter declaró que aborrecía esa fotografía:“Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla. La odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña”.Cuatro meses después, abrumado por la culpa y conducido por una fuerte dependencia a las drogas, Kevin Carter se quitó la vida.
Yameiya empieza a dar sus primeros pasos
Hace 15 años
El comentario a la imagen que muestra esta foto es: Sin cometarios.
ResponderEliminarElla no habla sino GRITA por si sola.
Si realmente oyeramos esos gritos creo que acabariamos como su autor Kevin Carter